En el actual panorama educativo se experimentan cambios significativos centrados en la enseñanza basada en competencias. Este enfoque prioriza la adquisición de habilidades esenciales por parte de los estudiantes, con el objetivo de prepararlos para los retos del ámbito académico, laboral y social. En este contexto, la incorporación de la tecnología digital emerge como una pieza clave para mejorar este proceso, conectando los estudiantes con la realidad cotidiana y asegurando una mejor preparación por las demandas de un mundo cada vez más digitalizado.
En los últimos años, se ha destacado el énfasis puesto en el fomento de la autonomía del alumnado dentro del marco educativo actual. Esta nueva perspectiva busca proporcionar a los alumnos una amplia gama de herramientas que potencien su capacidad de adaptación tanto en el ámbito educativo, como también en el ámbito social y en el ámbito laboral en que se encontrarán en el futuro. Este enfoque tiene como objetivo cultivar la capacidad de los estudiantes para tomar el control de su aprendizaje, promoviendo así un desarrollo integral y adaptativo a las demandas de una sociedad cambiante.
Partiendo de esta premisa, el aprendizaje autodirigido o aprendizaje autónomo es un proceso de adquisición de conocimiento en que el estudiante asume activamente la responsabilidad de planificar, llevar a cabo y evaluar su propio proceso de aprendizaje. Para que esto sea posible, el profesorado juega un papel crucial como mediador, guiando al alumnado en el desarrollo de las habilidades necesarias para aprender de manera autónoma. El equipo docente se encarga, pues, de ofrecer apoyo en la definición de metas de aprendizaje, proporcionar recursos, fomentar la reflexión y contribuir al crecimiento del alumnado para que aprenda a aprender.
Varios estudios concuerdan que el aprendizaje autodirigido se puede desarrollar desde la infancia, y su implicación aporta beneficios en la educación, especialmente durante los primeros años de la escuela:
El aprendizaje autodirigido proporciona las herramientas para explorar el mundo de manera activa y crítica. Aprender a ser autónomo desde la infancia contribuye a desarrollar una actitud positiva durante su formación y convertirse, a la larga, en agentes activos en la construcción de su propio conocimiento.
Las nuevas tecnologías, y especialmente los videojuegos, han evolucionado más allá del simple entretenimiento para convertirse en potentes instrumentos educativos que potencian el aprendizaje autodirigido. La investigación muestra que la tecnología digital, como, por ejemplo, los entornos interactivos y el acceso a internet, ofrece al alumnado una herramienta clave para buscar información y superar obstáculos durante su proceso de aprendizaje. Varios estudios destacan que, en momentos de parada o bloqueo, la capacidad de los niños para utilizar la tecnología digital para buscar información en línea y acceder a varias fuentes de referencia es fundamental para avanzar en su aprendizaje.
Los videojuegos serios, aplicados en el ámbito educativo, han emergido como entornos de aprendizaje únicos que no solo cautivan a los participantes, sino también persiguen objetivos pedagógicos específicos. A través de la interactividad y la inmersión, los videojuegos ofrecen experiencias educativas que influyen positivamente en cambios cognitivos, motivación y consecuencias socioculturales, y proporcionan un entorno estructurado donde el material aprendido se puede almacenar de manera más duradera, ofreciendo una base sólida para la construcción de conocimiento adicional. Sin embargo, hay que destacar que la integración efectiva de estas herramientas requiere una aproximación global y el apoyo activo del profesorado para garantizar su impacto positivo en el aprendizaje de los alumnos.
Los videojuegos y las tecnologías digitales juegan un papel fundamental en el aprendizaje autónomo, puesto que proporcionan al alumnado herramientas interactivas e inmersivas que promueven la toma de decisiones, la resolución de problemas y la gestión autónoma de sus procesos de aprendizaje. En particular, los videojuegos serios se destacan como herramientas educativas que ofrecen entornos virtuales específicamente diseñados para la consecución de objetivos pedagógicos. La interactividad inherente a los videojuegos impulsa al niño a ser el arquitecto de su propio aprendizaje, puesto que tiene que dirigir sus acciones para lograr los objetivos del juego. Esta participación activa contribuye al desarrollo de la autonomía, la capacidad de toma de decisiones y la motivación en el proceso de aprendizaje.
La Comisión Europea ha puesto de relieve la importancia crítica que los alumnos sean capaces de aprender de manera autónoma a lo largo de su educación formal, poniendo énfasis en la capacidad de identificar y establecer metas, motivarse y desarrollar resiliencia para tener éxito en el aprendizaje durante toda la vida. Esta autonomía en el aprendizaje se convierte en habilidades clave para afrontar los desafíos sociales y laborales del futuro. En este contexto, las tecnologías, y especialmente los videojuegos y las herramientas digitales, emergen como apoyo valioso en el proceso de aprendizaje autodirigido y proporcionan una fuente de información, motivación y experiencia que puede contribuir significativamente al desarrollo del conocimiento y las habilidades de los estudiantes.
Por este motivo, la investigación en este ámbito destaca algunas consideraciones a tener en cuenta a la hora de integrar la tecnología digital y los videojuegos para fomentar el aprendizaje autodirigido en el aula:
Evidencia científica:
Karpova, Svetlana Ivanovna; Chirich, Irina Viktorovna; Avtsinova, Galina Ivanovna; Shtukareva, Elena Borisovna; Ukhina, Tatiana Viktorovna; Gordeeva, Tatiana Aleksandrovna (2021). Information and communication technologies in education: video games as an effective environment for the development of self-directed learning of students. Webology, 18. DOI: 10.14704/WEB/V18SI05/WEB18218
Marcos, María; Moreno, Miguel (2020). La influencia de los recursos audiovisuales para el aprendizaje autónomo en el aula. Anuario Electrónico de Estudios en Comunicación Social “Disertaciones”, 13(1), 97-117. DOI: http://dx.doi.org/10.12804/revistas.urosario.edu.co/disertaciones/a.7310
Thomas Howard Morris & Matthias Rohs (2023). The potential for digital technology to support self-directed learning in formal education of children: a scoping review, Interactive Learning Environments, 31:4, 1974-1987, DOI: 10.1080/10494820.2020.1870501
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