La dislexia es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la adquisición de la lectura y la escritura en aproximadamente un 10% de los infantes en etapa escolar. Es una dificultad inesperada en la lectura para personas sin ninguna afectación sensorial, y a menudo está relacionada con problemas en el procesamiento fonológico, es decir, en la apreciación de los sonidos individuales del lenguaje hablado. Varios estudios han explorado la importancia de la identificación precoz de la dislexia y cómo las medidas conductuales pueden mejorar la detección del riesgo de dislexia en infantes prelectores.
En la actualidad, y gracias a la investigación científica, se han ido recogiendo datos que permiten identificar con claridad los aspectos más característicos propios de la dislexia. Con este escenario, varios autores apoyan la idea de aprovechar y profundizar en las nuevas herramientas y metodologías de detección de la dislexia antes de la enseñanza formal de la lectura, conocida como la edad prelectora, que también es considerada la edad donde la respuesta a la intervención es más efectiva. La identificación precoz del riesgo de dislexia tiene importantes implicaciones para la atenuación de su impacto en el infante y la mejora de las consecuencias psicosociales asociadas al fracaso en la lectura.
Si bien es cierto que la capacidad de predecir el riesgo de dislexia puede variar en función del idioma, el estudio de Ozernov-Palchik et al. (2016) centró su objetivo a detectar la presencia de posible dislexia en un grupo de niños de Educación Infantil, es decir, antes del aprendizaje formal de la lectura. Para hacerlo, basaron el estudio a partir de cuatro variables que pueden ayudar a predecir el riesgo de dislexia: velocidad de denominación, conocimiento de las letras, conciencia fonológica y memoria de trabajo verbal.
La velocidad de denominación es una medida que se emplea en el ámbito de la psicología cognitiva para evaluar la rapidez con la cual una persona puede denominar o reconocer un objeto o una palabra. Es un indicador de la velocidad de procesamiento mental y está relacionada con el funcionamiento de la memoria y las habilidades lingüísticas. Cabe destacar, aun así, que esta variable puede variar en función de la familiaridad con los objetos o palabras presentadas, como también por la edad, aspectos relacionados con el procesamiento cognitivo o la presencia de fatiga.
Se entiende como conocimiento de las letras a la capacidad de un infante para reconocer, identificar y conocer las letras del alfabeto antes de adquirir las habilidades de la lectura. Mientras los infantes adquieren el conocimiento de las letras, pueden aprender a identificarlas por su nombre, reconocerlas en diferentes palabras y en diferentes formatos.
A medida que los infantes adquieren el conocimiento de las letras, establecen las bases para comprender que las letras representan sonidos específicos. La conciencia fonológica es la capacidad de reconocer, manipular y jugar con los sonidos del lenguaje, y es fundamental para el desarrollo de las habilidades lectoras y escritas, como también para adquirir fluidez lectora, puesto que permite a los lectores reconocer patrones y agrupaciones de sonidos en palabras más largas o desconocidas.
La memoria de trabajo es un proceso cognitivo que recoge información temporal y permite cumplir tareas complejas. En el ámbito de la lectura, el bucle fonológico es un componente de la memoria de trabajo verbal que tiene la capacidad de retener y manipular la información verbal, como por ejemplo palabras o frases, de forma inmediata y temporal. Juega un papel clave en varias tareas cognitivas relacionadas con el lenguaje, como por ejemplo la comprensión lectora, la comprensión oral y el aprendizaje de vocabulario.
Pruebas cortas de detección que se focalizan en el reconocimiento de palabras y sonidos de letras, la conciencia de los sonidos del lenguaje, la velocidad de denominación, y la memoria de trabajo verbal, realizadas de manera individual con infantes de guarderías y principio de ciclo infantil, son herramientas con una gran habilidad para predecir el nivel futuro de lectura (Gabrieli, 2009).
Para hacer frente a las dificultades lectoras y mejorarlas, diferentes investigaciones han confirmado que la intervención precoz tiene más éxito que la tardía (Caravolas, Volin y Hulme, 2005; Gabrieli, 2009; Torgesen et al., 2001). Por tanto, cuanto más avanzada sea la edad, peor será el pronóstico y la respuesta al tratamiento. Esto subraya la importancia de la detección temprana en infantes con riesgo de dislexia, identificando las variables que pueden predecir el desarrollo de la lectura (Hulme y Snowling, 2016). Así se pueden desarrollar metodologías y programas de intervención para ayudar los niños y niñas que lo necesiten (Fuchs y Vaughn, 2012; Snowling y Hulme, 2012).
La respuesta a la intervención (RTI) ha sido la metodología más utilizada para la evaluación y el tratamiento de la dislexia a lo largo de varios estudios científicos. En el tercer nivel de esta intervención, es decir, cuando la intervención es individualizada, se ha observado una mejora en los resultados para algunos infantes, a pesar de que esta mejora puede variar en función del perfil específico de cada individuo.
La investigación en torno a esta metodología ha identificado que los alumnos con dislexia que tienen dificultades de conciencia fonológica, velocidad lenta para denominar las letras, baja capacidad verbal y retrasos en el desarrollo son más propensos a no responder adecuadamente a la intervención. También se ha observado que los niños y niñas con conductas problemáticas pueden presentar más dificultades para responder a las intervenciones de alfabetización temprana, incluso cuando se adaptan de manera individualizada. Estos factores deben tenerse en cuenta a la hora de diseñar programas de intervención eficaces para la dislexia.
A pesar que la respuesta a la intervención puede variar según el perfil del alumno, las estrategias que trabajan para hacer frente a las dificultades de conciencia fonológica y otros factores clave pueden ser beneficiosas para el alumnado con dislexia. Con una comprensión más profunda de las bases neurobiológicas de este trastorno y un enfoque integrado que combine la detección temprana y la atención individualizada mediante la metodología RTI, se puede ayudar a mejorar los resultados y la calidad de vida de los infantes con dislexia.
La herramienta NeurekaTEST, basada en la evidencia científica, está diseñada para detectar los primeros signos de las las dificultades de aprendizaje en niños y niñas de entre 5 y 12 años. Ante la sospecha de signos de dislexia, las familias, los profesionales del ámbito de la educación y las escuelas podrán dedicar especial atención a la evaluación mediante NeurekaLEC, la cual permite comprender el grado de facilidad del infante para leer y su comprensión lectora. La herramienta recoge la información cognitiva evaluada de cada niño y niña, estableciendo un perfil personalizado y adaptado a las necesidades individuales.
Evidencia científica:
Caravolas, M., Volin, J., & Hulme, C. (2005). Phoneme awareness is a key component of alphabetic literacy skills in consistent and less consistent orthographies: Evidence from Czech and English children. Journal of Experimental Child Psychology, 92, 107-39. DOI: 10.1016/j.jecp.2005.04.003.
Fletcher JM, Stuebing KK, Barth AE, Denton CA, Cirino PT, Francis DJ, Vaughn S. Cognitive Correlates of Inadequate Response to Reading Intervention. School Psych Rev. 2011;40(1):3-22. DOI: 10.1080/02796015.2011.12087725.
Forné, S. (2020). Canvis cognitius i cerebrals associats a una intervenció fonològica intensiva en alumnes amb dificultats lectores. [Tesi de doctorat, Universitat Autònoma de Barcelona]. https://www.tesisenred.net/handle/10803/670503#page=1
Fuchs, L.S., & Vaughn, S. (2012) Responsiveness-to-intervention: a decade later. Journal of Learning Disabilities, 45(3), 195-203. DOI: 10.1177/0022219412442150.
Hulme, C., & Snowling, M. J. (2016). Reading disorders and dyslexia. Current Opinion in Pediatrics, 28 (6), 731-35. DOI: 10.1097/MOP.0000000000000411.
Ozernov-Palchik O, Gaab N. Tackling the 'dyslexia paradox': reading brain and behavior for early markers of developmental dyslexia. Wiley Interdiscip Rev Cogn Sci. 2016 Mar-Apr;7(2):156-76. DOI: 10.1002/wcs.1383.
Ozernov-Palchik O, Norton ES, Sideridis G, Beach SD, Wolf M, Gabrieli JDE, Gaab N. Longitudinal stability of pre-reading skill profiles of kindergarten children: implications for early screening and theories of reading. Dev Sci. 2017 Sep;20(5):10.1111/desc.12471. DOI: 10.1111/desc.12471.
Snowling, M. J., & Hulme, C. (2012). Interventions for children's language and literacy difficulties. International journal of language & communication disorders, 47(1), 27–34. DOI: 10.1111/j.1460-6984.2011.00081.x.
Torgesen, J. K., Alexander, A. W., Wagner, R. K., Rashotte, C. A., Voeller, K. K. S., & Conway, T. (2001). Intensive remedial instruction for children with severe reading disabilities: Immediate and long-term outcomes from two instructional approaches. Journal of Learning Disabilities, 34(1), 33-58. DOI: 10.1177/002221940103400104.
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