La creciente presencia de las pantallas y los medios digitales ha transformado radicalmente nuestra sociedad, marcando el comienzo de una nueva era digital. Las pantallas en dispositivos como, por ejemplo, smartphones, tabletas y ordenadores, han abierto nuevas oportunidades para el aprendizaje y el entretenimiento de los infantes. En este contexto, profesionales del ámbito de la educación, madres y padres, como también la investigación científica, se preguntan qué impacto suponen las pantallas en el aprendizaje y el desarrollo cognitivo de los niños y niñas.
En este panorama digital, el uso de pantallas por parte de los infantes está aumentando significativamente, y surge el concepto de "nativos digitales" para describir esta nueva generación de niños y niñas que, desde muy jóvenes, no solo tienen acceso a los dispositivos digitales, sino también hacen uso de estos de manera natural. Esta situación plantea la necesidad de revisar cómo se utilizan de forma óptima las pantallas y, al mismo tiempo, averiguar las oportunidades y retos que estas comportan.
Las preocupaciones sobre el impacto de las pantallas en los infantes han estado objeto de estudios exhaustivos, especialmente en relación con su efecto en las habilidades cognitivas durante los primeros años de desarrollo. Entre estos estudios, cabe destacar la investigación realizada por Pujol et al. (2016), la cual demostró que un uso óptimo y moderado de los videojuegos en diferentes dispositivos digitales, como ordenadores, tabletas o videoconsolas, se relacionaba con respuestas psicomotoras más rápidas y constantes ante la estimulación visual. A pesar de que también, en algunos casos, se observó una mejora en la atención y la memoria de trabajo, estas variables todavía muestran resultados inconsistentes para establecer una conclusión sólida sobre si los videojuegos comerciales aportan algún beneficio en las últimas habilidades cognitivas mencionadas.
Según el estudio, realizado a infantes de 5 a 11 años, una hora en la semana de videojuegos es suficiente para garantizar este efecto positivo en los infantes. Al mismo tiempo, se ha observado que un mayor tiempo de dedicación no supone un incremento de estos beneficios, sino que más bien presenta algunos inconvenientes de cara a la conducta de aquellos infantes que se exponen a las pantallas sin ningún tipo de regulación.
Una de las preocupaciones más comentadas en la investigación del impacto de las pantallas en infantes es cómo estas afectan a los hábitos y comportamientos que adoptan los niños y niñas que se exponen en exceso al contenido digital. Se ha demostrado que, independientemente del contenido, una exposición de más de 9 horas a la semana frente a las pantallas se correlaciona con problemas de conducta y atención a tareas del mundo real, repercutiendo negativamente en el rendimiento académico y la relación con los otros. Por este motivo, es importante limitar y regular el uso de las pantallas, para obtener los beneficios que los contenidos digitales ofrecen y evitar los posibles riesgos de un sobreúso.
Las aplicaciones digitales y los videojuegos ofrecen beneficios significativos en el aprendizaje. Estos recursos proporcionan una experiencia de aprendizaje lúdica, que puede motivar el alumnado con dificultades de aprendizaje a participar activamente y a desarrollar sus habilidades de manera más eficaz. A través de juegos educativos y plataformas adaptativas, estos niños y niñas pueden recibir apoyo personalizado y guiado para superar sus retos específicos.
Para asegurar un uso adecuado de los dispositivos digitales, la Academia Americana de Pediatría (AAP) evaluó las prácticas en el uso de pantallas que favorecen los mejores resultados en los infantes. A través de esta evaluación, se establecieron recomendaciones para un uso responsable de las pantallas, garantizando así una experiencia óptima y enriquecedora.
Un estudio realizado por García y Dias de Carvalho (2022) pone de manifiesto la preocupante tendencia de muchos padres y madres que proporcionan dispositivos digitales a sus hijos e hijas desde su nacimiento, con la intención de ofrecerles entretenimiento o recompensa, pero sin aportar ningún beneficio significativo a su desarrollo. El estudio argumenta que los infantes menores de dos años deberían mantener un contacto nulo con las pantallas, puesto que esta práctica no aporta ningún valor añadido y puede afectar el desarrollo de sus habilidades cognitivas, del lenguaje, motoras y socioemocionales. Agregan que a esta edad es crucial fomentar la exploración y la interacción con el mundo real con las manos, el movimiento y el lenguaje.
El análisis sugiere que los beneficios reales de los videojuegos y contenidos digitales se manifiestan a partir de los cinco años, siempre que estos contenidos estén diseñados específicamente para favorecer el aprendizaje. Para conseguir un mejor resultado, se recomienda utilizar contenidos evaluados y validados por profesionales de la educación, asegurándose así que la experiencia digital de los infantes sea enriquecedora y con un impacto positivo en su desarrollo.
En los últimos años, los dispositivos de pantallas táctiles se han popularizado y han abierto nuevas oportunidades en la enseñanza. Esta tecnología proporciona una experiencia interactiva y atrayente para los infantes, pudiendo explorar y aprender de forma activa. Las pantallas táctiles ofrecen recursos educativos y juegos interactivos que pueden enriquecer el aprendizaje y fomentar la motivación de los estudiantes.
Es esencial tener en cuenta que, a pesar de las ventajas que ofrecen las pantallas táctiles, no debemos que desatender la importancia de fomentar la interacción con el mundo real. El contacto con la realidad es fundamental para permitir a los infantes un desarrollo holístico y para que puedan adaptarse al contexto, afrontar las exigencias académicas e interaccionar socialmente con éxito. Encontrar el equilibrio adecuado entre el uso de las pantallas táctiles y las experiencias en el mundo real es clave para garantizar un crecimiento saludable y un aprendizaje integral.
El acompañamiento activo de los padres, madres y profesorado es esencial a la hora que los infantes consuman contenido digital o estén en contacto con pantallas. Este apoyo proporciona una guía y supervisión adecuadas para asegurar un uso seguro y beneficioso de la tecnología. Mediante este acompañamiento, se puede ayudar los niños y níñas a seleccionar contenido apropiado para su edad y desarrollo, a establecer líneas claras de tiempos de uso y a fomentar un equilibrio saludable entre el uso de pantallas y otras actividades.
Además, el acompañamiento puede ser una oportunidad para el diálogo y el aprendizaje conjunto, donde se puedan compartir experiencias y reflexionar sobre los contenidos consumidos, favoreciendo así una educación mediática crítica y consciente. Con el apoyo activo de los adultos, los infantes pueden aprovechar al máximo los beneficios de las pantallas y la tecnología, a la vez que se protege su bienestar emocional y se fomenta un uso responsable y educativo de los dispositivos digitales.
Con el uso creciente de los dispositivos digitales, muchos profesionales de la educación apuestan por incorporar las nuevas tecnologías durante la enseñanza. Para una experiencia más atrayente y motivadora, muchos contenidos se plantean siguiendo el método del aprendizaje basado en el juego y los serious games.
Las aplicaciones digitales diseñadas para el ámbito educativo, no solo proporcionan recursos de aprendizaje de forma lúdica e interactiva, sino que además permiten un seguimiento detallado del progreso, ofreciendo a los docentes y a madres y padres evaluar el desarrollo del infante y adaptar estrategias de enseñanza específicas. En las dificultades de aprendizaje, las aplicaciones son una herramienta poderosa para potenciar el aprendizaje inclusivo y ayudar a los estudiantes con dificultades a conseguir su potencial educativo.
Frente a la presencia de dificultades matemáticas o discalculia, ofrecemos Space Number, la aplicación para móvil y tableta disponible para Android y iOS, con la cual los niños y niñas de 5 a 8 años podrán jugar mientras aprenden en cualquier lugar y en cualquier momento.
Space Number sigue la metodología NeurekaNUM y se basa en la evidencia científica para ofrecer a los infantes aquellas actividades que serán más efectivas en su proceso de aprendizaje. Las sesiones tienen una duración máxima de 15 minutos al día, garantizando de este modo la evidencia científica que hemos explicado antes, de hacer un uso puntual y con un objetivo claro en el ámbito educativo.
Evidencia científica:
Boot, W. R.; Kramer, A. F.; Simons, D. J.; Fabiani, M.; Gratton, G. (2008). The effects of video game playing on attention, memory, and executive control. Acta Psychologica, 129(3), 387-398. DOI: 10.1016/j.actpsy.2008.09.005.
García-Redondo, P.; García, T.; Areces, D.; Núñez, J. C.; Rodríguez, C. Serious Games and Their Effect Improving Attention in Students with Learning Disabilities. Int J Environ Res Public Health. 2019 Jul 11;16(14):2480. DOI: 10.3390/ijerph16142480. PMID: 31336804; PMCID: PMC6679141.
García S. V.; Dias de Carvalho T. El uso de pantallas electrónicas en niños pequeños y de edad preescolar. Arch Argent Pediatr 2022;120(5):340-345. DOI: 10.5546/aap.2022.340.
Kostyrka-Allchorne, K.; Cooper, N.R.; Simpson, A. (2017), Touchscreen generation: children's current media use, parental supervision methods and attitudes towards contemporary media. Acta Paediatr, 106: 654-662. DOI: 10.1111/apa.13707.
Pujol, J.; Fenoll, R.; Forns, J.; Harrison, B.J.; Martínez-Vilavella, G.; Macià, D.; Alvarez-Pedrerol, M.; Blanco-Hinojo, L.; González-Ortiz, S.; Deus, J.; Sunyer, J. (2016), Video gaming in school children: How much is enough?. Ann Neurol., 80: 424-433. DOI: 10.1002/ana.24745.
Acompañamos a nuestros niños y niñas a superar las dificultades de aprendizaje